sábado, 30 de mayo de 2009

Música Española de los 60

El 18 de noviembre de 1962, domingo, se iniciaron las míticas Matinales del Price, baluarte de los ritmos de importación anglosajona. Aunque desde 1960, diversas formaciones ya habían logrado una relativa repercusión, fue con esos festivales cuando alcanzaron la popularidad. Los Estudiantes, Dick y Los Relámpagos, Los Tonnys, Los Pekenikes, The Diamonds Boys, Los Sonor, Los Brisks, Los Rocking Boys, Los Cuatro Jets y tantas decenas de conjuntos más llegaron como una plaga, unos simplemente como atracciones de las salas de fiestas y clubes y los más afortunados aterrizando en los estudios de grabación. Toda esta eclosión de grupos españoles tuvo un fuerte componente imitativo. Sus repertorios se nutrían de clásicos del rock tipo Elvis y su escuela, y en especial fueron numerosas las bandas que plagiaron el sonido de los ingleses Shadows. Esta moda de música instrumental (la influencia Shadows se complementaba con los covers de los instrumentales surf de grupos como Los Tornados, Johnny and The Hurricanes,Dick Dale, Trahsmen, etc.) fue uno de los rasgos más característicos del 1962-63. No se me ocurren más que dos explicaciones. Por una parte, el instrumental evitaba cantar y tropezar con el inglés. Por otra, la guitarra eléctrica, líder del sonido Shadows y equivalentes, suponía una cierta familiaridad para los músicos de nuestro país habituados al manejo de la guitarra española, ensayando piezas de Torrega y el maestro Rodrigo, aunque inicialmente la usaran como integrantes de una rondalla folclórica de Falange o en una tuna universitaria. Lo cierto es que en ese período de predominio de los instrumentales, se produjo un movimiento curioso, como fue la irrupción de un sonido rock-castizo, basado en la canción popular espafiola. Era como si se quisiera bautizar al demonio del rock con el agua bendita de nuestro cancionero tradicional. Títulos como "Los Cuatro muleros, "Nit de llampecs, Zorongo, "El Vito, "Alborada gallega y tantos más reflejan esta corriente. Curiosamente, a nivel vocal, este fenómeno halló igualmente su correspondencia en grupos como el Dúo Dinámico, Los Brincos, Los Cheyenes, Los Gatos Negros, Los Valldemosa, Los Tamara... Era como un pop propiciado por el Ministerio de Información y Turismo. Cambiar el "yeah-yeah" británico por el ,olé-olé cañí. Los Shadows constituyeron la primera influencia nítida del pop británico en España. Lo que en Gran Bretafia había hasta entonces, los grupos de skiffe, solistas como pátula Clark, Tommy Steele o Adam Faith no dejaron escuelas, salvo por supuesto Cliff Richard. Después los conjuntos rockeros de España,todos tenían pintas de estudiantes de colegio mayor y eran abundantes los miembros que llevaban gafas, de esas gafas rotundas de concha y de empollón; pero, bueno, Buddy Holly y a había demostrado que el rock y la miopía no se repelían necesariamente, los temas más socorridos, excepto los ingleses sefialados, eran las versiones del rock USA, con letras adaptadas a nuestra censura, las composiciones propias, a menudo mimíticas de las yankis, los instrumentales tipo música regional eléctrica y poco más. Su labor fue la de los zapadores al preparar una batalla. Ninguno de ellos, con matices, llegó a ser un auténtico superventas.Los más famosos del pop de los 1ºs 60 fueron el Dúo Dinámico. Los solistas suramericanos gustaban más a los papás que a los propios jóvenes y grupos españoles sonaban demasiado a versión, de lo que los extranjeros ofrecían mejor y en original.El Dúo Dinámico por vez primera en nuestro país originó el fenómeno de los fans. El Dúo Dinámico eran en primer lugar jóvenes de verdad (en uno de sus hits de 1962 dicen "Somos jóvenes, somos jóvenes los dos, y es fantástico vivir... La letra del casi himno ,Somos jóvenes no tiene mucha profundidad filosófica, es cierto, pero, como escribió Nik Cohn, todo el misterio del pop se puede resumir con una exclamación:¡Auambabulubabalambambú!, que es lo más parecido a un grito vudú.Como setir viendo, los textos de las canciones no eran precisamente donde los artistas malgastaban su talento. Los primeros en utilizar la moda como se fia de identidad generacional.La ropa que más les singularizó fue el chaleco rojo con cuello de pico sobre una camisa blanca inmaculada de tergal, con cuellos amplios tipo alas de mariposa. Aunque en diferentes etapas de su carrera se les vio vestidos de guardiamarinas, con cazadoras motoristas de cuero, con polos modelo Lacoste, su uniforme auténtico fue el descrito. En cuanto al pelo, seguían el corte pulcro de los cantantes norteamericanos coet neos. Digo conscientemente uniforme, y no vestuario, porque de igual modo que los trovadores suramericanos cometían una asincronía entre sus ritmos más o menos innovadores y sus prendas de vestir tradicionales o simplemente folclóricas, que impedía una transmisión plena de su mensaje entre el público juvenil, en el caso del Dúo Dinamico la ropa sí que fue un elemento consciente de diferenclación cultural con los adultos. Moda y música siempre son líneas convergentes. Elemento visual inseparable del dúo, como si fuera un tercer miembro, era la guitarra de Ramón, un modelo en la línea de la Gretch, con sus corcheas de solfeo hendidas en la caja, pero con un grosor de la misma superior al normal, más propio de la guitarra nacional, de esas que se fabricaban artesanalmente en la provincia de Valencia. Era una guitarra eléctrica mestiza de española. Un poco como su mensaje. En Espafia también se podía hacer música moderna de altura internacional. La imagen que reflejaban las figuras del dúo era la de dos chicos atractivos, que recordaban a los de un college americano, de aspecto deportivo y simpáticos a rabiar. Su indumentaria era copiada automáticamente por los fans y poco a poco, apoyados por la cobertura sociológica que aportaban los grupos rock menos populares, la forma de vestir de los jóvenes españoles se fue actualizando. El negocio de la moda juvenil empezó en España con ellos. El Dúo Dinámico, como adelantó en la introducción, era una versión simétrica de los Everly Brothers. Su repertorio inicialmente se inspiraba en clásicos del rock melódico, Bye, bye, love¯, "Carol, "Adán y Eva, pero pronto, como demostró su segundo puesto en Benidorm, en el 61, emprendieron el camino de las composiciones propias, alcanzando una gran maestría. Era un grupo español que sonaba a sí mismo, es decir a nadie anterior. Aunque desde 1959 grabaron discos y todavía en 1995 siguen en candelero, el período entre 1961 y 1966, que cerrarían con dos maravillas como "Amor amargo y ',Como ayer, es en mi opinión el más feliz de todos. Títulos como Quisiera ser, "Perdóname, "Eres tú, "Balada Gitana, 24 Horas o "Esos ojitos negros, aparte de ser espléndidas todavía hoy, fueron la primera banda sonora de los guateques, el albor de una nueva sentimentalidad, que diría un poeta granadino. Rodaron películas (Noches del paraíso, Escala en Tenerife, Guardiama risa soy, una con Marisol: Búsquenme a esa chica...), se fotografiaron en revistas femeninas, publicaron cancioneros, inspiraron tebeos..., toda la parafernalia de la mitomanía del pop, aunque ellos todavía eran unos precursores. Pues, como sustenta este libro, el verdadero pop comienza cuando aparece en España la influencia del pop británico, esto es, de los Beatles. Otro de los fenómenos musicales de entonces, en convivencia con los anteriores, lo constituyó la difusión de bailes importados. La música rock, sin llegar a ser "poesía en movimiento. Pero el pop español hasta 1964 fue absolutamente mimético del que nacía en diferentes países: USA, Francia, Italia, algo de Suramérica y un poco del Reino Unido. Si musicalmente era primitivo, en cuanto a su contenido literario no se salía de la filosofía sentimental al pie de las letras. En las canciones no había más protagonistas que dos enamorados, que se separaban, se juntaban, se querían, bailaban, reían y muy a menudo lloraban. No obstante, como en cine, el final feliz se imponía. Eran canciones típicas de noviazgo, prematrimoniales, que transformaban a las parejas en descendientes genealógicos de Romeo y Julieta. Unos amantes que tenían la suerte de oir su propia tragedia o felicidad en un pic-nic cuando los guateques o en una playa de verano abrisada de sal. Aquellas canciones eran el Shakespeare sonoro y a 45 r. p. m. de los amores de nuestras primas y hermanos mayores. Bueno, es hora ya de cambiar el disco. Señoras y señores:Llegan los Los Brincos, y con ellos el Beat.